martes, 10 de junio de 2008

• Nuestra Sra. de Knock

La noche del 21 de agosto de 1879 fue la elegida por la Virgen para hacer su aparición en la iglesia San Juan Bautista de Knock, condado de Mayo en Irlanda.
Quince personas-hombres mujeres y niños-de edades comprendidas entre 6 y 75 años, contemplaron la aparición durante dos horas bajo una lluvia torrencial, al tiempo que rezaban el Santo Rosario. Si bien ellos estaban mojados, el suelo permanecía seco.
La Santísima Virgen Maria, vestida de blanco, con una hermosa rosa dorada sobre su frente y una corona resplandeciente sobre su cabeza, mostraba su primer milagro.
Vino acompañada, San José a su derecha y San Juan Evangelista a su izquierda. Detrás de ellos y sobre un altar se encontraban una cruz, el Cordero y 6 ángeles.
Su venida a este rincón de Irlanda golpeado por la pobreza y el hambre fue un símbolo de esperanza, consuelo y fortaleza en su desdicha para un lugar en donde el desempleo y la emigración eran moneda corriente.

Hoy Knock es un predio sagrado. Desde que se tuvo conocimiento por primera vez de la aparición, los peregrinos han continuado yendo al santuario y se han descrito cientos de curaciones entre enfermos e inválidos que realizaron este viaje de esperanza.
En 1979, año del centenario, el Papa Juan Pablo II fue como peregrino. La visita del Santo Padre confirmó la condición del Santuario de Knock como uno de los principales santuarios marianos del mundo. Durante su visita, el Santo Padre se reunió con los enfermos y minusválidos en la Basílica de Nuestra Señora Reina de Irlanda, donde habló y bendijo a unas 2500 personas.
Así la fama de Knock, se ha extendido más allá de las costas de Irlanda. En la actualidad atrae a más de un millón de peregrinos al año.

A sólo 6 semanas después de la aparición, el Arzobispo de Tuam Dr. John MacHale, estableció una Comisión de Investigación. Los 15 testigos fueron interrogados y la Comisión comunicó que el “testimonio” de todos, tomado en su conjunto, era fidedigno y satisfactorio.
Pasa el tiempo y en el año 1936, se establece otra comisión para interrogar nuevamente a los tres testigos que quedaban de la aparición. Mrs. Mary O’Connell (Mary Byrne), Patrick Byrne y John Curry. Le confirmaron sus declaraciones originales de 1879. Mrs. O’Connell prestó declaración bajo juramento en su lecho de muerte y al final de la misma añadió “Estoy completamente segura de todo lo que he dicho y hago esta declaración sabiendo que voy a ir ante mi Dios”.
El veredicto de esta comisión fue que la evidencia de los testigos era honrada y fidedigna, y con respecto a Mrs. O’Connell, se informó que ella había dejado “una impresión sumamente favorable en sus mentes”.
Después de que la comisión diera su informe y de que las noticias se divulgaran, a través de los medios de comunicación, miles y miles de personas llegaron al Santuario de Knock llevando enfermos. Muchas curaciones extraordinarias fueron noticia en los periódicos de la época. Esa devoción, tanto del clero como de la gente, ha seguido durante todos estos años. Peregrinos de todo el mundo llegan para conocer a Nuestra Señora Reina de Irlanda, con un espíritu de oración fervoroso, abnegación y recogimiento.

Nuestra Señora de Knock, Reina de Irlanda, Tu diste esperanza a tu pueblo en un momento de aflicción y le consolaste en su tristeza. Tu has inspirado a innumerables peregrinos a rezar con confianza a tu Hijo, recordando Su promesa: "Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis". Ayúdame a recordar que todos somos peregrinos en el camino del Cielo. Lléname de amor e interés hacia mis hermanos en Cristo, especialmente por aquellos que viven conmigo.
Confórtame cuando estoy enfermo, solo o deprimido. Enséñame a participar con más reverencia en la Santa Misa. Ruega por mí ahora y en la hora de mi muerte. Amén. Nuestra Señora de Knock, ruega por nosotros.

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